lunes, 25 de septiembre de 2006

LA MÁGICA Y MISTERIOSA VENUS

Hace casi un año ya, todavía guardo el mail de aviso general, presenté casi 50 fotografías en una galería – café.

Los primeros días de exposición yo sentía la necesidad de explicar las fotos a las personas que se quedaban delante de las obras, pero con el correr de las jornadas me limité a simular ser una visitante más y oír lo que la gente decía de mis fotografías.

Un pareja mayor que a simple vista tenían un refinado gusto por las obras de buena calidad, seguramente hijos en el exterior y un departamento antiguo pero caro en la calle Juncal se quedaron durante varios minutos delante de “La Mágica y Misteriosa Venus” una de mis primeras fotos donde se ve a una mujer atravesada por una espada con un gesto de placer sexual infinito.

Yo me acerqué a los viejos y me puse también a observar la foto.

- ¿Ves? – le dijo el hombre a su mujer – este tipo de arte dentro de un año no sirve para nada, es efímero, es la consecuencia de la cosa mediática, explosiva, resultadista y apuntando a un público sin vuelo ni conocimientos. Es lo mismo que discutíamos el otro día con Mayer sobre las instalaciones y los cuadros de Magnetti o de Tonoumet, son la consecuencia del vaciamiento y la falta de educación artística.

La mujer me miró a los ojos con mucha ternura y su instinto de madre le fue dictando las palabras.

- Lo que pasa es que vos siempre fuiste un pelotudo, mi amor, un viejo pelotudo.