sábado, 12 de agosto de 2006

EL GERENTE DE LA FAMILIA

Benja se consiguió una vida.
Parece ser que los tiempos cambiaron demasiado pronto por estos lugares y la bestia que tenía agazapada en el pecho le saltó por los ojos.
La oportunidad siempre estuvo latente y no ocurrió hasta este día en que él mismo dio el OK.
Entró como gerente de una conocida empresa de seguros. A ustedes les parecerá raro que alguien que no tiene trabajo de pronto consiga uno y encima de GERENTE bueno, la empresa es del padre y Benja es el único vástago varón. Debilidad del padre y de los tíos que tuvieron hijas, algo gordas según me dijo, pero muy trepadoras.
El padre le dijo siempre: “Ese puesto no lo puede tener una mujer porque se la comen cruda al segundo juicio” y a Benja siempre le gustó más tocar la guitarra y cantar. Hace unas canciones muy bonitas, nada más. Sin embargo todo este cambio en su vida que empezó con Mercedes echándolo de la casita que compartían, luego la mudanza a mi casa y finalmente la puesta en escena con las chicas el finde pasado que terminó con fellatios y manos por todas las sombras que se entregaban al placer de ser acariciadas en la oscuridad por cinco pares de manos, y entre ellas las de Benja que no volvió a ser el mismo. El Rey Benja. El Play Boy Benja. El desdichado de Benja.
A la mañana siguiente de la orgía ni siquiera fue hasta la empresa. Con la misma bata que tenía desde que había salido de la ducha y mientras tomaba café y comía las tostadas con mermelada que Heidi nos había preparado, agarró el celular, buscó en el directorio, nos sonrió y solo dijo las palabras mágicas que toda su familia habían esperado por tanto tiempo. “Quiero el puesto que me corresponde, prepárenme la oficina que da al río y quiero a Kandy y a Mora de secretarias y que echen a la mierda al pajero de Esperandío”

Cortó y continuó desayunando con una sonrisa.