martes, 11 de julio de 2006

EL HALAGADOR PAJERO


Que lindos son los hombres. Este fin de semana pude presenciar algo que me dio bastante risa, tanta que terminó en discusión, aunque ahora que no viene al caso.

La situación es la siguiente: Un hombre es felicitado por un amigo (digo felicitado en serio, cortésmente y hasta con cierta admiración) por el culo de la mina que lo acompaña.

En el estúpido susurro también se adivinaba que lo hacía por las tetas, por la cara, y por el paquete en general.

Y yo estaba ahí escuchando las felicitaciones que el tipo aceptaba como si las mereciera, mientras yo pelotudeaba con la larga cucharita plástica y los hielos, con los ojos perdidos en el vaivén de las aguas azules, sonriéndome halagada como dios manda, pero calladita como dios supone.

Sin embargo en un momento se detuvo el movimiento de los hielos (tiembla la temperatura de la tierra) y la gata mala que me habita levantó la cabeza clavándole los ojos al halagador pajero.

- Y si supieras como le tiro la goma le hacés un monumento en lugar de felicitarlo. – le dije.